Así comencé a escribir microcuentos. Cada vez que un colega se acercaba y me contaba alguna anécdota de su Servicio Social o alguna historia perturbadora vivida durante el trabajo hospitalario, yo la adaptaba. Así fue como renació mi faceta de escritor, esta vez no en verso, sino en prosa.
Un médico en un autobús nota algo diferente en los pasajeros. Al llegar a su destino descubre que su propia vida podría ser una mentira. Un viaje oscuro hacia la desesperación.
En la penumbra de una habitación, donde el tiempo parece haberse detenido, un hombre se confiesa. Sus palabras revelan las profundidades de un alma atormentada, en ellas nos adentraremos en un mundo marcado por la soledad, la melancolía y la búsqueda desesperada de un sentido a la existencia.
Noches de insomnio, cuando la soledad y el infortunio parecían ahogarlo, él buscaba refugio en conversaciones ajenas, café y cigarrillos. Pero una noche, una experiencia única hizo que su realidad se desdibujara.
Un niño explora la biblioteca de su abuelo, fascinado por tres antiguos volúmenes que parecen contener magia. Al leerlos, las criaturas de los libros cobran vida, llenando las noches de sombras y seres sobrenaturales.
